En la última década, la relación media de los impuestos con respecto al Producto Interior Bruto (PIB) en España se incrementó más de cinco puntos. La tasa impositiva del 2010 con respecto al PIB era del 31,9%, y en 2022 la tasa era del 37,5%. Este efecto es lo que los expertos denominan presión fiscal.

También se ha visto en aumento, la tasa de la media del conjunto de países pertenecientes al organismo, pasando de 31,5% en 2010 al 34%.

El mayor aumento de la tasa se ha dado en Corea con un aumento del 9,6 puntos porcentuales y Grecia con un aumento del 8,7 puntos porcentuales. 

Desde la OCDE explican que "los cambios en la relación entre impuestos y PIB están impulsados por los cambios relativos en los ingresos fiscales nominales y el PIB nominal".

Esto quiere decir que aumentará o disminuirá dependiendo de los ingresos fiscales respecto al PIB. 

"Directivos de la gran banca estadounidense advirtieron este miércoles en el Senado de EEUU de los efectos negativos que puede tener la adaptación en este país de las normas de Basilea III que prepara la Reserva Federal y que supondría mayores exigencias de capital para las entidades".

Basilea III es el conjunto de medidas acordadas internacionalmente por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea que desarrollaron posteriormente a la crisis financiera de 2007-2009.

COMPARATIVA GLOBAL

Respecto al 2022, la tasa disminuyó en 21 de los países de la OCDE, siendo Dinamarca una de las más remolcadas, donde cayó 5,5 puntos hasta situarse en el 41,9%, debido a la contracción de ingresos del impuesto sobre la renta. En España, el descenso fue superior al del conjunto de la OCDE, pero la cuota se mantuvo por encima de la media (en el 37,5% del PIB).

Uno de los puntos que se destaca en el informe es que España está "entre los países cuyas cotizaciones a la Seguridad Social por parte de los empleados superaron el 25% en 2021". 

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Fuentes: 

-Intereconomía

-El economista