Se Acabó La Fiesta de las campañas tradicionales?
Recientemente, la noticia de que la agrupación de electores "Se Acabó La Fiesta" podría obtener entre 1 y 2 escaños en el Parlamento Europeo, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), sorprendió a muchos. Sin embargo, lo que fue aún más impactante es que estas proyecciones se quedaron cortas. El partido, liderado por Alvise Pérez, no solo alcanzó sino que superó las expectativas, obteniendo 3 escaños y un 4,59% de los votos, lo que se traduce en aproximadamente 800,000 votos. Este éxito eclipsó a Podemos, igualó casi a SUMAR y alcanzó aproximadamente la mitad del apoyo que recibió VOX.
Pero más allá del análisis político, lo que realmente destaca aquí es la transformación digital que ha permitido este sorprendente resultado, una transformación que muchos sectores, incluidas las campañas políticas tradicionales, siguen resistiendo. A nivel personal, siempre me he preguntado por qué los partidos políticos, con sus amplios recursos financieros, no invierten en robustos departamentos de marketing digital. En lugar de adaptarse a las nuevas tecnologías, continúan recurriendo a tácticas anticuadas: grandes actos pomposos, envíos masivos de boletines por correo tradicional, y repartos de banderitas y pulseras. Estas estrategias, aunque pueden tener su lugar, no pueden competir con la eficacia de una campaña bien ejecutada en el ámbito digital. La transformación digital en la política no solo es posible, sino necesaria. Alvise Pérez y su equipo han demostrado esto al máximo. A pesar de estar vetado de los debates y medios de comunicación tradicionales, y sin recurrir a los métodos clásicos de marketing político, Pérez ha logrado capturar una significativa porción del electorado. ¿Cómo? A través de una estrategia digital inteligente y efectiva.
Alvise ha utilizado las redes sociales de manera magistral, atrayendo a los votantes con contenido que resuena profundamente con su audiencia objetivo. Su éxito nos muestra que incluso en un sector tan tradicional como las campañas electorales, la digitalización puede ser una herramienta poderosa. En contraste, vemos campañas como la "Verano Azul" del Partido Popular que fracasan en conectar con los votantes. Aunque es comprensible que intenten captar la atención de un electorado más mayor, ignoran los inmensos beneficios que las redes sociales pueden ofrecer. En lugar de emplear estrategias de marketing digital bien pensadas, los partidos parecen estar atascados en tácticas obsoletas y poco efectivas.
La lección aquí es clara: los partidos políticos deben abrazar la digitalización y desarrollar estrategias de marketing digital coherentes y robustas. Continuar ignorando las oportunidades que ofrece el entorno digital solo los llevará a perder relevancia y apoyo entre los votantes. El marketing, en su esencia, se trata de comprender y satisfacer las necesidades del consumidor. En el contexto político, esto significa entender y conectar con los votantes de manera efectiva. Los partidos que no logren adaptarse a esta realidad digital corren el riesgo de quedarse atrás, perdiendo la capacidad de comunicarse con sus electores de manera significativa y eficiente.
En resumen, "Se Acabó La Fiesta" y su éxito digital son un claro ejemplo de cómo la política puede y debe evolucionar. Los partidos tradicionales tienen mucho que aprender de este fenómeno si desean seguir siendo relevantes en la era digital.